¿Conoces el impacto médico y económico de la inmigración?

¿Conoces el impacto médico y económico de la inmigración?
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Según datos de la Oficina Internacional para las Migraciones, más de un billón de personas viven hoy en día en lugares diferentes a donde nacieron. Muchos de ellos son refugiados por causas bélicas o derivados de catástrofes naturales provocadas por el cambio climático.

La imagen que se muestra en muchos casos de estos refugiados es que se trata de hordas de indigentes que huyen a países más desarrollados. Y, una vez allí, no sólo absorben los recursos para la población local. También portan enfermedades que inoculan en su nuevo entorno.

Sin embargo, un reciente estudio realizado por la University College London y la revista científica The Lancet echa por tierra muchas de estas ideas preconcebidas. Y, al mismo tiempo, pone de manifiesto el positivo impacto que ejerce la inmigración tanto a nivel médico como económico.

Un análisis desde todos los puntos

El estudio, denominado «Commission on Migration and Health: the health of a world on the move«, ha reunido a 20 investigadores de 13 países durante un periodo de 2 años. Así, se han podido analizar más de 300 estudios de todo tipo: antropológicos, legales, sanitarios, económicos,…

El análisis de estos informes les ha permitido responder a algunas cuestiones básicas para entender el impacto médico y sanitario de la inmigración. Factores que demuestran la necesidad de ayudar a los refugiados.

1.- Los migrantes aportan ingresos al país de origen y al de llegada

Uno de los informes analizados relativos al impacto financiero de aceptar inmigrantes es de 2016. Y está realizado por el Fondo Monetario Internacional. En él se llega a la conclusión de que, a largo plazo, la migración mejora las economías de los países a los que llega.

Así, un aumento del 1 por ciento en la población inmigrante puede aumentar el PIB hasta en un 2 por ciento. Y lo interesante es que esta cifra tiene en cuenta tanto a los migrantes altamente calificados como a aquellos menos calificados.

Además, las remesas que se envían a los países de origen son una fuente vital de apoyo para las personas que se quedan.

2.- Una tasa de natalidad inferior

Uno de los descubrimientos más interesantes es el que destroza la habitual crítica de que los migrantes tienen más hijos. Según el análisis realizado, en realidad, los migrantes tienen menos hijos que los locales, que apenas se reemplazan a sí mismos en 2.1 nacimientos por mujer.

3.- La inmigración no es una carga para los sistemas de salud

Un dato escalofriante es el que pone sobre la mesa el hecho de que son probablemente las personas más sanas las que migran. Mucho más que los enfermos. Por eso, la población migrante podría ser más saludable.

Pero es que, además, en el estudio se descubre que los migrantes tienen una tasa de mortalidad general más baja que los locales. De hecho, el análisis indica que tienen menos probabilidades de morir de enfermedades del corazón, cáncer y otras afecciones comunes.

Por contra, si es cierto que los refugiados que huyen de situaciones difíciles presentan desafíos cuando se trata de problemas de salud mental. Según los datos, tienen el doble de la incidencia en lo que respecta a depresiones y ansiedad con respecto a los migrantes que se desplazan para buscar empleo. De ahí la necesidad de seguir trabajando por los derechos humanos de los refugiados.

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