Muchas personas hablan de la Iglesia como si fuera un edificio, una estructura física; cuando en realidad la iglesia viene del griego ekklēsía qué significa una asamblea o vocación.
Hay que distinguir esto, pues dentro del término Iglesia existen tres estados:
La iglesia peregrina que es todos los peregrinamos de hecho en esta tierra todo los que aún estamos en esta tierra sólo estamos de paso.
La iglesia purgante que son los que están en el purgatorio y como su nombre dice, necesitan purificación y que están a la espera de ser admitidos en el reino de los cielos. Los fieles difuntos que necesitan de nuestras oraciones de la noche pues quizás les hace falto algo para a estar en la presencia de Dios.
Luego la iglesia triunfante, qué son los que ya gozan de la presencia del Señor. Está iglesia triunfante es la que celebramos el día de todos los santos que están en la presencia de Dios,
¿Por qué se le reza a los difuntos?
No celebramos la muerte, celebran a los muertos, como día de los fieles difuntos y no día de los muertos pues esto puede causar mucha confusión, no es que celebremos a la muerte sino a los muertos, a los difuntos a nuestros seres queridos que ya partieron.
Hay faltas que no se perdonan ni en este mundo, ni en el otro, dicen los evangelios sinópticos, pero esa frase indica que de hecho existen otras faltas que sí te perdona en el otro mundo, es decir mientras esta Alma está en el purgatorio.
El orar para los difuntos, es ayudar a la Alma que cuentas pendientes pudiéramos para que pasen a gozar de la presencia de Dios. El orar por los difuntos es una práctica sumamente antigua. Lo hacemos desde el Antiguo Testamento.
